27 ene 2012

Fin de semana en la Maragatería

Este mes de enero, como regalo de Reyes, nos fuimos los tres a pasar un memorable fin de semana a la zona de la Maragatería. Salimos el sábado por la mañana de Valladolid, donde la niebla no dejaba ni ver el edificio de enfrente, y nos dirigimos hacia Astorga (León)... menos mal que al llegar allí, el cielo cambio y brillaba un sol radiante y con una temperatura de lo más agradable!

Dimos un paseo por su Plaza Mayor, donde Yáiza se lo paso pipa viendo la gente y andando ella ya por el suelo... y decidimos ir a un paseo para hacer un poco de tiempo hasta que tuviéramos que dar de comer a la peke. Paseamos por sus calles, parándonos a contemplar el bello palacio Episcopal construido por Gaudí que ya habíamos visto más veces, así como su Catedral. Desde luego, es una visita de lo más recomendada!


Nos encaminamos de nuevo a la Plaza Mayor, para dar de comer a la peke en uno de sus bares y de paso aprovechar a tomar algo los papis. Y ya con la peke más tranquila, nos dirigimos hacia un restaurante que hay en la cuesta de acceso a la ciudad donde habíamos visto que tenían menú del día y donde la verdad comimos de lo más a gusto... la comida no estaba mal, el precio correcto, el servicio muy amable y encima con muchísimo espacio para que Yáiza andará a sus anchas y nos dejará comer tranquilos... qué más se puede pedir?

Y desde Astorga, nos dirigimos hacia Luyego de Somoza, donde teníamos reservada una habitación en la Hostería Camino. Esa zona no la conocíamos, pues siempre habíamos ido hacia la zona de Castrillo de los Polvazares, como ya hemos contado hace tiempo en este blog. Pero la verdad es que nos gustó mucho pues es un paisaje más de montaña...

La tarde se había quedado perfecta, brillaba el sol y la temperatura no parecía propia de enero! Dejamos el coche en el parking de la Hostería Camino, y hacía allí nos dirigimos. Qué sitio más bonito y con tanto encanto! De todos los sitios de este tipo en los que hemos estado, desde luego este es uno de los más bonitos y más detallista que hemos conocido! Todo un acierto el de los Reyes!

Nuestra habitación era doble. Era súper amplia, preciosa, con un baño fantástico, con su maravillosa bañera de hidromasaje... perfecta! Dejamos todas las cosas y nos ubicamos un poco, dejando a la peke campar a sus anchas, explorándolo todo... Y como hacía tan buen tiempo, decidimos aprovechar el rato de sol que nos quedaba para dar un paseo por el pueblo y airearnos todos un poco...

Luyego de Somoza es un pueblo pequeñito, con muy pocos habitantes en invierno, pero que nos pareció muy bien cuidado y con mucho encanto en general. Nos recordó a nuestro querido Luzón en invierno, donde ver a alguien por sus calles es casi un milagro... pero a pesar de esa soledad, el tiempo se disfruta y goza como en ningún otro sitio. En nuestro paseo, tuvimos la suerte de ver a dos burritos... para alegría de Yáiza a la que encantan los animales, bueno y alegría también de los papis pues no es muy normal el ver burros en ningún sitio.



Admiramos también su iglesia, y la Ermita de la Virgen de los Remedios (por fuera claro). Esta ermita es muy famosa por la romería que hacen allí en honor de la Virgen que es la más popular y concurrida de toda la Maragatería.

Y tras el paseo, a la Hostería a dar de merendar a la peke en su cafetería, admirando los bonitos detalles de este alojamiento. Decidimos subir a la habitación a ver si Yáiza se echaba la siesta, pero al romper sus costumbres horarias y que de por si, no es nada dormilona, no hubo manera... Antes de bajar a cenar al restaurante de la Hostería, decidimos darnos un baño para relajarnos con su hidromasaje... qué gozada!

Sobre las 20.30h bajamos a la cafetería, pues hasta las 21h no empieza el restaurante. Nos tomamos algo en la espera mientras Yáiza se tomaba sus cereales, y luego a cenar.... el comedor es precioso también, con su enorme chimenea, sus cuadros... su buen gusto y el excelente trato de su servicio. Cenar allí fue un placer para el paladar, primero nos pedimos las Patatas Camino (son unas patatas tipo a la importancia con gambones) y luego un solomillo con boletus y foie... increíble todo! Y de postre una tarta de queso para compartir... Una experiencia deliciosa, a pesar que de la peke ya estaba muy cansada y no estaba para muchas tonterías... Nos subimos a dormir, si bien nuestra diablilla no nos dejo dormir mucho que digamos...

Al día siguiente, tras levantarnos, recoger un poco y prepararnos, bajamos a desayunar (el desayuno está incluido en el precio de la habitación). Qué rico todo! Es un desayuno muy abundante y no te ponen ninguna pega, al resto, te insisten todo el tiempo en que si quieres repetir algo o en nuestro caso que si nos traían algo para la niña... Nunca se sabe, pero esperamos poder volver a esta Hostería pues nos ha encantado!

Tras recoger nuestras cosas, dejamos atrás Luyego y nos dirigimos en coche a dar una vuelta por la zona... aunque el domingo cambió radicalmente el tiempo y apenas si pudimos ver algo de la niebla tan cerrada que había...

Volvimos a Astorga, donde ya teníamos reservada una mesa en el restaurante "Las termas" para degustar el rico cocido maragato. Ese día, había mucha menos gente por la calle y como que pasear por sus calles no era muy apetecible... así que fuimos al restaurante, donde el cocido estuvo delicioso y donde el dueño nos trato genial, siempre muy atento a la niña... quien se puso también las botas comiendo!

Y ya de vuelta para Valladolid... qué pena!

20 ene 2012

Escapada rural - familiar a Segovia, sept ´11

El pasado mes de Septiembre, fuimos junto con otra pareja de buenos amigos y sus dos peques a una casa rural en la zona de Sépulveda para pasar un fin de semana juntos a medio camino entre nuestras respectivas residencias (Valladolid - Alcala de Henares).

En concreto, fuimos a la Casa de los Pollos en Turrubuelo. Se encuentra muy cerca de Sepúlveda y de las Hoces del Duratón por lo que nos pareció un lugar ideal para pasar el fin de semana tranquilamente y con opciones a ver algo si los peques nos dejaban!

Turrubuelo es un pueblo muy muy pequeño que pertenece a Boceguillas. Baste decir que apenas si tiene un bar y unas cuantas casas más, pero es un sitio muy muy tranquilo para poder descansar y pasar unos días en paz y sin alborotos. Los dueños de la casa rural, tienen también otra al lado más grande. La nuestra constaba de dos habitaciones, salón, cocina, baño y jardín a compartir con la otra casa rural... la suerte es que ese fin de semana no había nadie allí, por lo que nuestros enanos pudieron disfrutar libremente del jardín y nosotros aprovechar a hacer allí una barbacoa y comer tan a gusto..

Lo único malo, es que el propietario de la casa no estaba y no se acordó de quitar los aspersores del jardín... así que cuando estábamos terminando de comer, nos regaron! Menos mal que no nos mojamos mucho... si bien el domingo cuando volvió a "llover", Yáiza y su amiguita Paula, se lo pasaron de vicio jugando luego en la hierba mojada!

El sábado por la tarde, aprovechamos a ir a dar un paseo por Sepúlveda. Un pueblo muy bonito y digno de conocer... aún con sus cuestas! Lo único malo que encontramos en este pueblo, es que no está muy adecuado para ir con sillas de niño por sus estrechas calles por las que pasan también coches... pero es algo muy normal.






Nosotros no visitamos las iglesias ni el resto del patrimonio histórico tan interesante de este pueblo, pero es que en nuestro caso era un poco complicado con los niños... Paseamos por sus calles disfrutando de sus casonas palaciegas, viendo alguna que otra boda, su plaza Mayor tan curiosa, las vistas que se tienen desde un lado de la Plaza, recorriendo algún que otro curioso rincón... Una visita que recomendamos y donde esperamos volver, que nos quedamos con las ganas de comer su típico lechazo asado! Cuando los peques sean algo más grandes, verdad chicos? Y al atardecer para casita, que el horario infantil no perdona!



Al día siguiente, por la mañana fuimos a ver las Hoces del Duratón. Madre mía que vuelta más tonta nos hicieron dar por no tener las cosas bien señaladas!!! Antes de llegar a Sepúlveda viniendo de Bocegillas, hay un desvío que no pone para donde va... ese es el bueno! Sino te toca dar una vuelta de narices, que parece que te estuvieras yendo a saber dónde!

Las Hoces son muy bonitas, pero con dos carros de niño, el camino para llegar a la iglesia y ver el paisaje... como que no está muy habilitado... Así que a duras penas, llegamos hasta ver la hoz del río, y luego los padres y la más mayor fueron a ver la iglesia, y las madres y los dos más peques, iniciaron el duro camino cuesta arriba con los carros... Y de vuelta a Turrubuelo, esta vez si está indicado el camino más directo para llegar, así que el viaje de vuelta lo hicimos súper rápido!

Y tras comer, jugar un rato y echar las últimas confidencias, dijimos adiós al pueblecito y a los amigos, con los que esperamos pasar muchos más findes juntos, y para Valladolid!

Hola de nuevo

Hola de nuevo a todos los que visitáis este blog y a los que nos habéis decidido seguir. Antes de nada, daros las gracias de corazón por confiar en nosotros y por visitar nuestro blog... no sabéis la ilusión que nos hace!!! Hoy cuando he entrado por curiosidad a ver el blog y he visto tantos seguidores y visitas... me he sentido desconcertada! Gracias de verdad!!!

Pediros disculpas por tener tan abandonado el blog desde hace ya tiempo y por no haber terminado de narrar alguno de nuestros viajes... mea culpa! Aunque deciros que desde hace ya casi dos años, apenas si tenemos tiempo para ponernos a escribir, es lo que tiene ser padres de una pequeña trasta y poco dormilona... que el día no tiene horas suficientes para todo!!!

Espero que a partir de ahora, podamos seguir compartiendo con todos los que tenéis la amabilidad de visitar nuestro blog, más viajes y comentarios, aunque sea poco a poco...

Gracias por visitarnos y por confiar en nosotros.

Un saludo viajero,

María