Este mes de enero, como regalo de Reyes, nos fuimos los tres a pasar un memorable fin de semana a la zona de la Maragatería. Salimos el sábado por la mañana de Valladolid, donde la niebla no dejaba ni ver el edificio de enfrente, y nos dirigimos hacia Astorga (León)... menos mal que al llegar allí, el cielo cambio y brillaba un sol radiante y con una temperatura de lo más agradable!
Dimos un paseo por su Plaza Mayor, donde Yáiza se lo paso pipa viendo la gente y andando ella ya por el suelo... y decidimos ir a un paseo para hacer un poco de tiempo hasta que tuviéramos que dar de comer a la peke. Paseamos por sus calles, parándonos a contemplar el bello palacio Episcopal construido por Gaudí que ya habíamos visto más veces, así como su Catedral. Desde luego, es una visita de lo más recomendada!
Nos encaminamos de nuevo a la Plaza Mayor, para dar de comer a la peke en uno de sus bares y de paso aprovechar a tomar algo los papis. Y ya con la peke más tranquila, nos dirigimos hacia un restaurante que hay en la cuesta de acceso a la ciudad donde habíamos visto que tenían menú del día y donde la verdad comimos de lo más a gusto... la comida no estaba mal, el precio correcto, el servicio muy amable y encima con muchísimo espacio para que Yáiza andará a sus anchas y nos dejará comer tranquilos... qué más se puede pedir?
Y desde Astorga, nos dirigimos hacia Luyego de Somoza, donde teníamos reservada una habitación en la Hostería Camino. Esa zona no la conocíamos, pues siempre habíamos ido hacia la zona de Castrillo de los Polvazares, como ya hemos contado hace tiempo en este blog. Pero la verdad es que nos gustó mucho pues es un paisaje más de montaña...
La tarde se había quedado perfecta, brillaba el sol y la temperatura no parecía propia de enero! Dejamos el coche en el parking de la Hostería Camino, y hacía allí nos dirigimos. Qué sitio más bonito y con tanto encanto! De todos los sitios de este tipo en los que hemos estado, desde luego este es uno de los más bonitos y más detallista que hemos conocido! Todo un acierto el de los Reyes!
Nuestra habitación era doble. Era súper amplia, preciosa, con un baño fantástico, con su maravillosa bañera de hidromasaje... perfecta! Dejamos todas las cosas y nos ubicamos un poco, dejando a la peke campar a sus anchas, explorándolo todo... Y como hacía tan buen tiempo, decidimos aprovechar el rato de sol que nos quedaba para dar un paseo por el pueblo y airearnos todos un poco...
Luyego de Somoza es un pueblo pequeñito, con muy pocos habitantes en invierno, pero que nos pareció muy bien cuidado y con mucho encanto en general. Nos recordó a nuestro querido Luzón en invierno, donde ver a alguien por sus calles es casi un milagro... pero a pesar de esa soledad, el tiempo se disfruta y goza como en ningún otro sitio. En nuestro paseo, tuvimos la suerte de ver a dos burritos... para alegría de Yáiza a la que encantan los animales, bueno y alegría también de los papis pues no es muy normal el ver burros en ningún sitio.
Admiramos también su iglesia, y la Ermita de la Virgen de los Remedios (por fuera claro). Esta ermita es muy famosa por la romería que hacen allí en honor de la Virgen que es la más popular y concurrida de toda la Maragatería.
Y tras el paseo, a la Hostería a dar de merendar a la peke en su cafetería, admirando los bonitos detalles de este alojamiento. Decidimos subir a la habitación a ver si Yáiza se echaba la siesta, pero al romper sus costumbres horarias y que de por si, no es nada dormilona, no hubo manera... Antes de bajar a cenar al restaurante de la Hostería, decidimos darnos un baño para relajarnos con su hidromasaje... qué gozada!
Sobre las 20.30h bajamos a la cafetería, pues hasta las 21h no empieza el restaurante. Nos tomamos algo en la espera mientras Yáiza se tomaba sus cereales, y luego a cenar.... el comedor es precioso también, con su enorme chimenea, sus cuadros... su buen gusto y el excelente trato de su servicio. Cenar allí fue un placer para el paladar, primero nos pedimos las Patatas Camino (son unas patatas tipo a la importancia con gambones) y luego un solomillo con boletus y foie... increíble todo! Y de postre una tarta de queso para compartir... Una experiencia deliciosa, a pesar que de la peke ya estaba muy cansada y no estaba para muchas tonterías... Nos subimos a dormir, si bien nuestra diablilla no nos dejo dormir mucho que digamos...
Al día siguiente, tras levantarnos, recoger un poco y prepararnos, bajamos a desayunar (el desayuno está incluido en el precio de la habitación). Qué rico todo! Es un desayuno muy abundante y no te ponen ninguna pega, al resto, te insisten todo el tiempo en que si quieres repetir algo o en nuestro caso que si nos traían algo para la niña... Nunca se sabe, pero esperamos poder volver a esta Hostería pues nos ha encantado!
Tras recoger nuestras cosas, dejamos atrás Luyego y nos dirigimos en coche a dar una vuelta por la zona... aunque el domingo cambió radicalmente el tiempo y apenas si pudimos ver algo de la niebla tan cerrada que había...
Volvimos a Astorga, donde ya teníamos reservada una mesa en el restaurante "Las termas" para degustar el rico cocido maragato. Ese día, había mucha menos gente por la calle y como que pasear por sus calles no era muy apetecible... así que fuimos al restaurante, donde el cocido estuvo delicioso y donde el dueño nos trato genial, siempre muy atento a la niña... quien se puso también las botas comiendo!
Y ya de vuelta para Valladolid... qué pena!