Ese día fue el día que sin duda más dormimos, no teníamos que levantarnos deprisa y corriendo, aunque a las 8h ya estábamos en pie, pues podíamos desayunar hasta las 9h. Si bien antes de bajarnos, dejamos todo un poco recogido por si nos cambiaban de habitación o no... En el desayuno nos empezó a entrar ya nostalgia del barco... cómo echaríamos de menos esos bollos tan ricos!
Y tras el desayuno, empezaba realmente la aventura... ahora nos tocaba ver las cosas por nuestra cuenta!
Según salimos del barco, ya había un montón de hombres ofreciéndonos su taxi. Tras regatear, llegamos a un acuerdo con Mohamed para que nos llevará hasta el embarcadero del Templo de Philae, también él sabía algo de castellano y trato de ofrecernos otros sitios donde ir, pero nosotros sólo queríamos ir allí.
El camino para ir hasta allí, es similar al de Abu Simbel, pero antes de la Presa Antigua nos desviamos. Cuando llegamos, antes de bajarnos del taxi, Mohamed nos dió su número del móvil, y es que no podía aparcar en el embarcadero, por lo que nos dijó que cuando acabaramos la visita, le hiciesemos una llamada perdida para que bajara a buscarnos.
Al lado del embarcadero, hay un montón de puestos, aunque los vendedores vienen directamente a ti con la mercancía. Nuestra opinión, es que con esa manera de vender, resultan tan cargantes, que en lugar de comprar lo que consiguen es quitarte las ganas de comprar nada, pero bueno, es su cultura.
Sacamos el ticket de entrada y nos ponemos justo detrás de un grupo, pero no nos dejan montarnos en su barcaza, así que nos toca regatear para llegar a un acuerdo con un señor que nos lleve y traiga con su barquita.
El paisaje es precioso! Para llegar al templo, hay que ir en barco, pues está en medio del agua... De hecho, este viaje en barquita fue mucho más bonito que el de faluca, el paisaje era increíble! Vaya contrastes entre las orillas... unas todas verdes y otras desérticas! Muy bonito y súper relajante el balanceo...
Llegamos al embarcadero del templo, donde había ya bastante gente. Antes de nada, buscamos una zona de sombra donde sentarnos y leernos tranquilamente la información sobre el templo que teníamos en la guía... cómo pegaba allí el sol!
Los templos que se hallan en esta isla, Agilkia, no estaban aquí sino en la isla de File, y es que en esta zona había tres islas: Biga, File y Agilkia. De hecho esta zona se veía como una zona muy sagrada en la antigüedad. En la de Biga, es donde la leyenda sitúa la tumba de Osiris y estaba prohibido ir allí, sólo iban los sacerdotes desde File para realizar ofrendas por el eterno sueño del dios. Por otro lado, en la isla de File es donde se hallaban estos templos de estilo tolomeico en honor de la diosa Isis, y que era un lugar de peregrinación para los antiguos egipcios.
A raíz de la presa, tanto la isla de Biga como la de File quedaron sumergidas, por lo que para preservar los templos, se desmontaron y se reconstruyeron en la isla de Agilkia de la forma más fidedigna posible. De hecho, hasta se modeló la orografía para que todo fuera lo más similar posible... Viniendo en la barquita, si que vimos las columnas de hormigón que sobresalen de las aguas, señalando su lugar original.
En estos templos, se nota ya la influencia griega y romana. De hecho, hay un templo de estilo puramente romano y hay un puerta de Adriano. En los relieves se muestra sobre todo a Isis y a la diosa Hathor.
Paseamos tranquilamente, curioseando por las ruinas y nos dimos también una vuelta por los puestecillos, donde compramos unos imanes para nuestra colección de la nevera. Y ya hacia el embarcadero, donde nos estaba esperando el señor, y menos que él nos vió porque con toda la gente que había como para encontrarle!
Las vistas de la isla desde el río son preciosas, y es que este templo tiene el entorno más privilegiado de los que hemos visto con mucha diferencia!
Vaya caos hay en los puestos del otro lado del embarcadero y vaya lío de coches y autobuses! Resulta increíble que no haya todo el tiempo accidentes... Alberto le hizó una llamada perdida al taxista, y allí nos ponemos a esperarle. Vaya peligro el tráfico! Pero bueno, al final llegó Mohamed y conseguimos salir ilesos de allí...De camino al barco, le pedimos que parara en un cajero para sacar dinero y alucinamos! Resulta que el taxista le preguntó a un policía donde había, le dijó donde estaba, sacó Alberto el dinero y va y nos pedía propina el policía! Nosotros pasamos de darle nada, pero para nuestro asombro, el taxista si que le dio propina... para flipar con lo de esta gente y la propina!
Por fin, llegamos al barco y tras pagar al taxista, fuimos directos al camarote a refrescarnos y a comer! Qué bien comimos en el barco... qué rico estaba todo!
Para la tarde, decidimos relajarnos y disfrutar de nuestra última tarde a bordo del barco. Para nosotros este viaje, ha sido sin duda el más relajado y tranquilo...estando acostumbrados a no parar y tener que buscarnos todo el rato la vida... este ha sido todo relax!
Por la tarde, tras echarnos una buena siesta, subimos a cubierta a disfrutar de tanta tranquilidad. Cómo echamos de menos esos ratos de relax, leyendo, escribiendo este diario y disfrutando del anochecer... es preciosa la puesta del sol en el Nilo!
Y así pasamos nuestra última tarde en el barco, aprovechando hasta el último momento. Un poco antes de la hora prevista bajamos al camarote para recogerlo todo y coger nuestras cosas. Muy buena la experiencia en este barco!
A las 19h ya estábamos en recepción con todas nuestras cosas, listos para empezar la aventura en el Cairo. El de la agencia llegó un poco antes de la hora prevista, así que directos para la furgoneta. En la furgoneta, el guía nos dijó que aunque los billetes de avión no estaban con nuestros nombres, no pasaba nada, vaya seriedad! El de la agencia nos acompañó hasta facturar y tras desearnos buen viaje, pasamos dentro.
1 comentario:
Hey!! que bien os está quedando el relato!! A ver si completas la parte de el cairo y me lo haces saber que esta parte si me interesa ya que a mi me encantó esta ciudad.
Un saludo!!
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