He visitado diferentes lugares sagrados para diversas religiones, sin embargo si hay un lugar que de alguna forma me haya hecho sentirme más próxima a Dios, o dicho de otro modo, más embargada por el halo de espiritualidad, sin duda ha sido en Bolonia (Italia).
Esta ciudad quizás no es la más conocida ni más turísticas de Italia, pero para mí es de las más especiales y el lugar quizás donde menos me costaría vivir de este país. Es una ciudad llena de vida, con todos sus estudiantes universitarios y donde se respira un ambiente muy similar al español.
Es una ciudad curiosa de visitar, es la que más zona tiene con pórticos en sus calles, para que así las gentes medievales no tuviesen que mojarse en esta zona propensa a las lluvias, cuando salieran de paseo o hacer sus diferentes actividades.
Tiene una pequeña plaza, que curiosamente no es la que más turistas tiene, donde se halla este sitio que transmite tanta espiritualidad. Se trata del la Piazza S. Stefano, que es el corazón de la Bolonia antigua.
Es en esta plaza triangular donde se halla el conjunto de las Siete Iglesias, que exteriormente no dicen demasiado, pero dentro con su simplicidad de formas y su carencia de ostentación, te hacen sentir más cercano al mundo espiritual que en casi todas las iglesias que existen a lo largo del mundo.
Este complejo de iglesias que en realidad son sólo cuatro, se remontan a los siglos X-XIII, y forman una reconstrucción simbólica de los lugares de la Pasión de Cristo. La iglesia del Crucifijo (a la derecha) contiene una cripta del 1019 y preciosas obras de arte; la iglesia del Calvario (en el centro) es una reproducción del sepulcro de Cristo y custodia las reliquias de San Petronio, patrón de Bolonia; la iglesia de los Santos Vital y Agrícola (a la izquierda), la más antigua, estupenda por su muda simplicidad, contiene los sarcófagos de los dos mártires locales, además de restos de anteriores construcciones bizantinas.
Es un lugar que invita al silencio, a la contemplación y al pensar sobre las cosas realmente importantes de la vida... Un lugar donde cualquiera puede sentirse en paz y disfrutar del sosiego y la paz interior que tantas veces carecemos en nuestra vida cotidiana... Un lugar por el que sólamente merece la pena ir hasta la bella Bolonia!
María
1 comentario:
A mi me encanta Bolonia y otras ciudades de la Emilia-Romagna, como Parma o Modena. Esta region de Italia no es tan conocida como la Toscana, el Lazio o el Veneto pero para mi esta a su mismo nivel o incluso superior.
La 'ciudad roja' me sorprendio mucho por sus iglesias, sus torres medievales y su calidad de vida, que es excelente.
Y que decir de la comida en esta zona, sobre todo en Modena con su 'bollito misto' y en Parma con sus fantasticos quesos. Una maravilla.
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