Nos levantamos temprano como casi siempre en nuestro viaje de luna de miel, esta vez el despertador sonó a las 5h y medio dormidos nos preparamos y esperamos el desayuno en nuestra habitación. A las 6h nos están esperando ya en recepción para llevarnos al aeropuerto, nuestro vuelo hacia Camboya salía a las 8h. Puntual Bangkok Airways nos llevó hasta Siem Reap, el vuelo fue corto (40 minutos) y la compañía aérea es bastante buena.
El aeropuerto de Siem Reap es muy pequeñito, se notaba que es un país muy pobre y donde hace pocos años atrás pasaron por un años muy oscuros de guerras, corrupción, Pol Pot...
Lo primero fue comprar el visado para entrar en Camboya (20$ por persona), como no llevábamos dólares, nos dejaron pagar con €. Eran muy peculiares los policías de aduanas que parecían más bien generales con su sombrero de plato y sus trajes llenos de galones y adornos, mucha burocracia y mil sellos, pero al final nos dejaron pasar.
A la salida del aeropuerto ya nos estaba esperando nuestro guía Tonha, quien desde el primer momento nos pareció muy simpático y atento, cambiamos unos € por riales (1€ = 4,524 riales), por cierto los billetes nos pareció que tenían un poco desagradable y como que estuviesen muy viejos.
Tonha nos va contando cosas del país y de Angkor. La verdad que fue todo un lujo contar con él y nuestro conductor todo nuestra estancia allí sólo para nosotros. El conductor también era muy simpático y atento, y eso que estaba la barrera del idioma... En principio debíamos pasar primero por el hotel, pero Tonha nos propuso ir a ver antes a unos templos, y como nosotros somos unos curiosos natos, pues allá que vamos a ver Angkor.
Angkor es patrimonio de la humanidad, es un parque natural lleno de ruinas de templos de la época de esplendor del Reino Jemer (en su época era de las ciudades más importantes del mundo, pero ahora sólo quedan ruinas de templos, nada de casas o palacios), la naturaleza es increíble con árboles enormes, lagos, monos, termitas... y muchísima vegetación.
Para entrar hay que comprar un pase de 1 día, de 2 o de 7, el nuestro fue de 2 días, para hacértelo es necesario llevar una foto y tienes que llevarlo siempre, ya que te lo piden para acceder a los diferentes templos.
Primero fuimos a ver el Angkor Thom y la Puerta Sur, buff ya nos pareció eso simplemente espectacular! La entrada está franqueada por un camino de estatuas de guardianes y demonios que sujetan una serpiente o naga.
La puerta está coronada por las cuatro caras de Buda, típicas del rey Jayabarman VII "el buen rey". Angkor Thom tiene 5 puertas: la del Sur, la del Norte, la del Este, la del Oeste y la de la Victoria.
Al primer templo que nos llevó nuestro guía fue al Templo de Phimeanakas (Bayón), es un templo pirámide porque es hinduista. Impresionante con sus cinco torres coronadas por las cuatro caras del Buda. Fue el primer contacto con las escaleras de Angkor, buff cómo costó subirlas. Según nos explicó Tonha los templos hinduistas son en forma de pirámide para imitar a la montaña sagrada de Neru y tienen foso que significa el mar que rodea la montaña sagrada.
Estamos alucinados, este templo es una pasada, tiene como un aúrea de misterio, lleno de decoración, las estatuas que se mantienen te dejan intuir que esto debía ser increiblemente precioso!
Hay muchas representaciones de Apsaras que eran las bailarinas que bailaban y estaban en contacto con los dioses, por eso sólo las podía ver bailar el rey, solían ser hijas de ministros del rey y gente importante.
En las paredes del Templo también se ven murales en piedra tallada de la vida cotidiana de la época, de las guerras contra los Champas. También decoran el Templo un montón de Singhas y Nagas y Gorudas.
El Templo es ahora budista, ya que después de la muerte de Jayabarma VII, el Budismo sustituyó al Hinduismo.
Diversas fotos de este templo increíble:
Nuestra siguiente visita fue a la Terraza de los Elefantes, que también fue construida por Jayabarma VII, era un complejo para celebraciones y espectáculos. El rey se situaba en una especie de terraza, cuyo muro está decorado con muchos elefantes de ahí su nombre, desde la que veía el espectáculo o se dirigía a la gente. Es una explanada abierta, delimitada con cinco torres casi derruidas.
Al lado derecho se puede ver el Templo del llamado Rey Leproso. Es también una terraza en la que en la parte superior está situada un crematorio para el rey Jayabarma VII, por el que se paseaba el cuerpo 1,3,5 veces antes de cremarlo. Lo del Rey Leproso es porque la figura encontrada está sin los dedos de la mano derecha, donde tiene muñones, aunque otra teoría dice que que podía representar a Brama el Dios que decidía si ibas al cielo o al infierno.
Tras la visita de estos Templos, y un poco cansados el guía nos llevó al hotel La Residence d´Angkor. Es precioso y la gente muy atenta y amable, la habitación era increíble y con una bañera enorme. Además nos regalaron una agenda del año preciosa con fotos de Angkor y una tarjeta de bienvenida al hotel.
Tonha se despidió quedando en venir a buscarnos a las 15.30h. Tras despedirnos de él, bajamos a comer al restaurante del hotel. Qué buena la comida del hotel, todo riquísimo!
Tras descansar un poco en la habitación, , bajamos a la recepción donde el guía ya nos está esperando. Nos comenta que Angkor Wat fue construido ya en el siglo XII. También nos comentó muchas cosas sobre Camboya y el templo de Angkor Wat, como su diámetro del foso, del terreno que ocupa, la altura de la torre principal de 67m si no recordamos mal, de las organizaciones que ayudan a su restauración...
Llegamos por la puerta Oeste de Angkor Wat, impresionante, donde los niños nos asaltan para vendernos postales, libros... Son un poco pesados pero muy correctos y amables, la verdad es que te duele ver a todos estos pobres niños descalzos y algunos muy sucios... pero qué puedes hacer? Llevarte todos a tu país? Buff... así que compramos muchas postales y dimos algunos riales a los que nos parecían más pobres. Estos niños nos parecieron muy guapos y siempre están sonriendo...
La calzada de entrada a Angkor Wat es alucinante. A ambos lados hay guardianes que sujetan una naga (serpiente) y hay cinco puertas de entrada: la central para el rey (sólo él podía pasar por ella), las dos siguientes eran para los ministros y gente de la realeza, y las dos más laterales para que entraran los elefantes, ya que no tenían escaleras.
La entrada está decorada con galerías en las que hay esculpidas hermosas apsaras y motivos geométricos. Cruzamos las puertas, y la calzada nos va acercando al Templo central, a ambos lados de la calzada hay bibliotecas (había hasta 6), en ellas se guardaban documentos escritos en hojas de palma. También hay lagos artificiales.
Entramos en el templo principal, lo primero que se encuentra son unas galerías que en sus paredes tienen labradas el Ramayana, pasamos dentro y Tonha nos dijó que si nos atrevíamos a subir a la torre central, donde subía el rey a rezar, y claro que nos atrevimos! Menuda subidita! Los escalones son muy estrechos y más que subir escaleras parecía que estuviesemos escalando.
Arriba había 4 piscinas y una torre central, en las piscinas era donde el rey se purificaba y en la torre central estaba la figura de Visnu, aunque ahora hay un Buda, puesto que el templo pasó de ser hinduista a ser budista como en todos los demás.
La tarde se fue nublando y poniéndose gris, así que nuestra idea de ver la puesta de sol desde Angkor Wat como que no iba a ser posible, y más cuando empezó a diluviar. Lo peor era que ahora cualquiera era capaz de bajar esas escaleras tan empinadas con la que estaba cayendo... Nos quedamos resguardados un rato, hasta que nos lanzamos y nos pareció que no llovía tan fuerte para decidirnos a bajar por la única escalera que tiene barandilla (y por donde bajan todos los turistas). Al final llegamos sanos y salvos abajo!
Es impresionante! Nos alegramos infinitamente de haber ido hasta allí y animamos a todo el mundo que no deje pasar la oportunidad de ver uno de los sitios más bonitos que hay!
Cansados del día, el guía nos llevó al restaurante donde íbamos a cenar, nos preguntó si podíamos ir solos, y claro que podíamos! Se despidió de nosotros hasta el día siguiente, y antes de volver, nos fuimos al mercado donde compramos unas camisetas y una máscara. Estaba muy bien el mercado, muy ordenado y limpio, y la gente era muy educada. También vendían libros de Angkor y guías del Loney Planet muy baratas, lo malo es que todas estaban en inglés o francés.
Decidimos ir a cenar directamente, para así luego ir al hotel y descansar. La cena estaba muy rica y la cerveza Angkor muy buena, pero se notaba que estábamos muy cansados y del cansancio tampoco teníamos mucho hambre. Y con el estómago lleno, regresamos al hotel donde descansamos y dormimos como bebés.
DIA 14:
Esa noche descansamos fenomenal, aunque la bajada de Angkor Wat nos dejó de regalo a cada uno un tirón en la pierna, así que casi ni podíamos andar... pero estas ruinas merecían cualquier esfuerzo. Esperábamos y deseábamos que la mayoría de los templos que nos quedaban por visitar fueran budistas, más que nada porque serían en llano, no como los hinduistas que al imitar la montaña sagrada Menu son en escalera. Tona nos había explicado el día anterior que suelen tener los templos hinduistas 3,5 o 109 torres: 3 pr los dioses hindús (Shiva, Brama y Visnut), 5 por las montaña que representan a la montaña sagrada y 109 por las regiones del mundo.
La Residence nos encantó, la habitación era una pasada, el hotel también y el desayuno estaba muy bien, así que tras desayunar, a las 8.30h ya estábamos en recepción donde ya nos esperaba nuestro guía para empezar la visita.
Ese día entramos por otro lado, pasamos por una zona donde se podían ver arrozales, si bien Tona nos explicó que la mayoría de la gente venderá sus tierras para construir hoteles... nos alegramos muchísimo de visitar Angkor en ese momento porque todavía no estaba demasiado explotado a nivel turístico y aún conservaba su encanto natural.
El primer templo que visitamos fue el Prasat Kravan, es hindú y está consagrado a Visnut. Es del siglo X (de los más antiguos) y es bastante pequeño. Tiene 5 torres y lo más importante de él es que en 2 torres por dentro se conserva parte del relieve original, en una es de Visnut y en otra de una de sus mujeres llamada Lakshmi. Todos los templos hindúes de Angkor tenían un foso, para protegerlos y para marcar que esa zona era de los dioses.
Después visitamos el Pre Rup que también es hindú ydel siglo X. Era el templo principal de la capital antes d que la trasladaran a Angkor. Se cree que ahí era donde incineraban, pero no es seguro del todo. Está peor conservado que el anterior, y también tiene 5 torres, así que nos tocó de nuevo subir más escaleras! En cada terraza tiene un shinga (tigre). Tonha nos explicó que hay varios animales sagrados: shinga (tigre), naga (serpiente) y garuda (pájaro mitológico). En cada una de las torres había una figura de tres dioses (Shiva, Visnut y Brama) así como de dos de sus mujeres.
A la entrada de los templos, había gente vendiéndote cosas, sobre todo niños. Buff lo pasamos fatal porque ahí si que parecían de verdad que no tenían para comer (no como en otros países que habíamos visitado). Así que compramos muchas postales a estos niños.
Y desde allí fuimos al East Mebon, que es también del siglo X y es hindú (de Visnut). Estaba dentro de un lago artificial. En cada terraza tiene un elefante en cada esquin. Había un niño mudo que nos seguía y que se terminó haciendo nuestro amigo, nos regaló unos dibujos y nosotros le dimos algunas monedas (querían sobre todo euros).
El siguiente templo fue Ta Som que en la entrada tiene la puerta con las 4 caras, que según nos explico el guía pueden ser las caras de Buda expresando sus 4 virtudes o caras del rey que mira a todo su reino.
Este templo es más pequeño y lo estaban restaurando, de hecho se veía como estaban uniendo los relieves, pero en esa época no trabajaban en ello (la mayoría son estudiantes y estaban con sus clases). Este templo tiene algunos árboles, pero Tonha nos comentó que los iban a cortar para poder restaurarlo en condiciones. También nos dijó que por la tarde veríamos otro lleno de árboles.
Después fuimos al Neak Pean que era una especie de hospital del cuerpo y del espíritu. Se componía de 5 piscinas y por lo visto, cuando estabas malo ibas allí y los monjes según tu enfermedad te enviaban a una de las cuatro fuentes: humano, shinga, garuda y elefante. Al lado de la torre central hay una figura mitológica que habla de la sanación.
Y por último antes de comer, fuimos al Preah Khan que es un templo enorme del siglo XII y que fue una de las primeras universidades. Estaba rodeado por un lago y tiene una naga cogida por guerreros y demonios a a entrada. Tenía una sala donde bailaban las apsaras o bailarinas.
Tras esto nos llevaron a comer a una restaurante en Siam Reap de comida camboyana, estaba todo muy bueno, sobre todo el pescado. Y después de comer nos llevaron al hotel para descansar un rato. Aprovechamos para darnos un baño en la piscina del hotel y a leer un rato tumbados en las tumbonas. Y a las 15.30h de nuevo listos para seguir con nuestra visita por Angkor.
De vuelta a Angkor, Tonha nos volvió a explicar el significado de las 5 puertas de la ciudad. Por la del Sur entraba y salía todo el mundo; por la del Norte a los que por su delitos les cortaban las manos y ya no podían volver; por la del Este salían los muertos; por la del Oeste a los que les cortaban la cabeza como castigo; y por la de la Victoria el ejército al salir o volver de la batalla.
El primer templo de la tarde fue el Srah Srang que era una piscina para el rey, se empezó en el siglo IX pero se acabó en el X. Dentro había un templo flotante, y era para que el rey se purificará en el agua antes de entrar a orar, esto obedecía a una creencia hindú. En la actualidad sólo queda la terraza del lago y el lago pero nada del templo.
Desde ahí fuimos al Banteay Kdei, que es del siglo XII, construido por el rey Jayavarman VII y era un templo público (para todo el mundo). Tiene también las cuatro caras a la entrada típicas de este reinado, y en las ventanas las rejas con sus cortinas (todo ello en piedra) que tanto nos llamaron la atención. Es una unión también entre el budismo y el hinduismo que tanto proclamó este rey, lo único que el rey posterior a él quiso volver al hinduismo y destruyó todos los Budas o los reutilizó.
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