Fijaremos el punto de inicio en la Plaza Mayor. La Plaza Mayor se encuentra presidida por el edificio del Ayuntamiento (del siglo XX), es una plaza cuyas casas con soportales y balcones son de color rojo y que están siendo restauradas, lo cual hace que el conjunto sea armonioso. En el centro está la estatua del Conde Ansurez, quien como comentamos, se considera el fundador de la ciudad.
Aprovechando la cercanía y para coger fuerzas para la visita, recomendamos visitar en la calle Pasión que sale de la Plaza Mayor, la Pastelería Cubero que es una de las más renombradas de toda Castilla y León. Aquí podríamos degustar cualquiera de sus muchos pasteles y dulces, por ejemplo un abisinio (para María y sus amigos de Madrid, fue algo curioso descubrir este bollo) es parecido a un pepito pero la masa es más similar a un buñuelo y está relleno de crema, o si es Semana Santa degustar una de sus ricas y originales torrijas. Además de disfrutar de sus manjares, se puede admirar el Museo del Dulce donde el dueño de la pastelería ha elaborado maquetas en azúcar, chocolate... los edificios más representativos de la ciudad.
Desde allí, volveremos a la Plaza Mayor, y paseando por sus soportales camino de Fuente Dorada, veremos el Cristo que preside desde las alturas la Catedral. Fue diseñada por Juan de Herrera hacia 1580 y cuya construcción quedó inacabada, al marchar éste a construir el Escorial. Su fachada es clásica y de líneas severas, y en su interior hay un destacado retablo de Juan de Juni. Cuenta con el valioso Museo Diocesano y Catedralicio (hay que pagar). Lo más atrayente de la Catedral es pensar que si se hubiese terminado, hubiese sido la más grande del mundo después de la del Vaticano, pero sólo se construyó la mitad, lo cual se puede observar a simple vista rodeándola por fuera. La entrada está en el lateral que da a la Plaza de la Universidad, presidida por la estatua de Cervantes.
El antiguo edificio de la Universidad, se construyó en la segunda mitad del s.XV, si bien la actual fachada es barroca. Destaca la portada entre dos pisos de columnas con alegorías de las ciencias y las artes liberales coronadas por la Sabiduría que vence al error y el escudo de la Universidad: “Sapientia aedificavit sibi domum”. Su carácter civil lo marca el gran balcón corrido abierto a la plaza. Sobre la balaustrada del tejado aparecen los reyes patronos de la misma: Alfonso VIII, Enrique III, Juan II y Felipe II. Delante de la fachada aparece un atrio delimitado con columnas que portan leones con el escudo de la Universidad.
Antes de abandonar esta zona, tomaremos la calle lateral de al lado de la Universidad para llegar al colegio de Santa Cruz. Su fachada es el primer elemento renacentista que se construye en España a finales del siglo XV. Destaca el patio interior, su riquísima biblioteca y en la Capilla se halla “El Cristo de la Luz” excelente talla de Gregorio Fernández.
Volviendo a la Plaza de la Univsersidad, bajando por el otro lado de la plaza, se alcanza la iglesia de La Antigua, que en su origen fue capilla del palacio del Conde Ansúrez si bien no queda nada de la construcción del siglo XI. La torre románica es posterior, del s.XIII y el templo ya gótico del s.XIV, en su interior albergaba el magnífico retablo de Juan de Juni, ahora en la Catedral. A nosotros es la que más nos gusta. Su fachada blanca es especialmente hermosa por la noche, donde la iluminación resalta todas sus formas y simplicidad al mismo tiempo. Resulta una imagen muy soñadora, cuando se posan en ella las cigüeñas que habitan la ciudad.
Desde allí, se ve la parte posterior de la Iglesia de las Angustias, nuestros pasos hacia allí se dirigirán ahora. Justo enfrente de la Iglesia, está el Teatro Calderón que es el más importante de Valladolid. La visita al interior de la Iglesia de las Angustias es obligado para admirar la valiosísima talla de la Virgen de las Angustias de Juan de Juani. así como todo el conjunto. De esta iglesia parten procesiones importantes de la Semana Santa vallisoletana.
Justo al lado de este Palacio, se encuentra la iglesia de San Pablo destaca por su espectacular fachada, buena parte de ella en estilo hispano-flamenco, si bien actualmente está en restauración. Puede resultar interesante para muchos, realizar la visita a las obras de restauración de la fachada (en fines de semana, es recomendable realizar reserva previa para visitarla).
Siguiendo por la calle peatonal que hay entre la Iglesia de San Pablo y el Palacio Pimentel, llegamos al palacio de Villena que es otro monumental palacio cortesano que exhibe fondos del Museo Nacional de Escultura, con una gran colección de obras relacionadas con la escultura religiosa de los siglos XIII al XVIII. Enfrente, el colegio de San Gregorio, llama la atención su soberbia fachada hispanoflamenca y renacentista atribuida a Simón de Colonia y Gil de Siloé, y concebida como un gran retablo efímero lleno de motivos y decoración arbórea. Incluso el motivo central con el escudo de los Reyes Católicos refleja el árbol del granado, símbolo de la teología que mana de una fuente humanista. El patio es un bello ejemplo de la arquitectura Reyes Católicos, en la línea de Juan Guas, gótico renacentista. Tradicionalmente ha sido sede del Museo Nacional de Escultura, con obras de calidad mundial de los principales imagineros castellanos: Berruguete, Juni y Gregorio Fernández, así como españoles: Mena, Montañés, Cano, Salvador Carmona, Villabrille, Salzillo... El fondo de pintura expuesto temporalmente es de un gran valor con obras de Rubens, Pedro y Alonso Berruguete, Gregorio Martínez, Gil de Mena, Meléndez... Visitar este Museo, llevará tiempo pero es imprescindible para todo aquel que quiera ver parte de las tallas más impresionantes de la Semana Santa de España (su visita no estaría incluida dentro del itinerario, ya que supondría al menos medio día más).
Desde ahí desandaremos el camino, dirigiéndonos de nuevo hacia la Iglesia de las Angustias con la intención de comer. Para la comida hay varias alternativas, una sería ir de tapas y otra de restaurante
Nosotros lo que proponemos sería ir a disfrutar de la vista y el sabor a un local que para nosotros constituye una visita obligada en la ciudad. Para ello iríamos hacia la Antigua de nuevo y muy cerquita, en la calle Paraíso encontraríamos nuestro objetivo: Taberna el Hidalgo (c/ Paraiso, nº 4). Es un local donde los pinchos son un arte, tanto visual como de sabor, donde además de degustar pinchos elaborados y verdaderas delicatessen, puedes saborear un buen Rivera. Repetimos, imprescindible degustar al menos uno de sus variados pinchos.
En un próximo post, seguiremos con nuestra propuesta de itinerario para la tarde y noche...
2 comentarios:
Todavía no conozco Valladolid y eso que tengo un amigo allí que me ha invitado en varias ocasiones. Cuando vaya, que seguro que lo haré, vuestras indicaciones me serán de gran utilidad. Quedan guardadas en mi base de datos. Gracias
Gracias mttj! Si vienes a Valladolid, seguro que te llevarás una grata sorpresa. Es una gran desconocida, pero tiene monumentos notables y su gastronomía y vinos son increíbles! Esperamos que si vienes, te guste. Un abrazo y gracias a ti
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