"El hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las piramides". Proverbio egipcio
En nuestro recabar información sobre nuestro futuro viaje a Egipto, queremos ir compartiendo con vosotros la información que a nosotros nos va resultando útil o interesante, quizás así para los futuros viajeros a este fascinante país, puedan tener una información más sencilla o compilada, quien sabe...
En este post, nos gustaría hablar de las Pirámides. Símbolo por excelencia de la cultura del país del Nilo, los numerosos mitos que en torno a ellas se han ido configurando siguen incrementándose, a pesar del rigor de las investigaciones actuales.
Y es que no resulta fácil comprender la complejidad de unas construcciones que van más allá de la arquitectura funeraria: la función que realizaba todo el conjunto piramidal, la potente carga simbólica, así como los rituales sacerdotales, la ingente infraestructura necesaria para su construcción y mantenimiento, que incluye una tecnología y unos medios insospechados para la época, son aspectos que dejan ver la extraordinaria cultura de un pueblo en los albores de su historia.
Todas las pirámides se encuentran en el lado occidental del Nilo, donde se pone el sol, lugar reservado al mundo de los muertos.
Las pirámides son unos de los monumentos más impresionantes que nos dejó el antiguo pueblo egipcio. Miles de obreros trabajaban durante años para construir una pirámide, que serviría de tumba al faraón. Durante tiempo se pensó que los obreros que trabajaban en la construcción de las pirámides eran esclavos, pero después se supo que el faraón contrataba campesinos en los meses en los que no había trabajo en el campo y que se les pagaba con sal, trigo y cebada a cambio de su trabajo. Estos campesinos llegaban a trabajar desde diferentes lugares de Egipto, por eso, se construían las ciudades de los obreros donde vivían hasta que volvían a sus casas. Estas ciudades contaban con servicios médicos donde se les atendía cuando tenían accidentes en el trabajo o enfermaban. Los constructores tenían que estar muy bien organizados para trabajar en estas obras tan importantes y cada grupo de cuatro hombres tenía un capataz que se encargaba de guiarles en el trabajo y de que no perdieran tiempo en sus jornadas… porque como ya conocían la cerveza fresquita y con aquel calor…
Antes incluso del período dinástico aparecen ya ciertas tumbas cuya parte visible estaba recubierta por un montículo de arena, símbolo de la aparición del sol, del renacimiento a una nueva vida, y en santuarios muy antiguos, como el de Nejen (Hieracómpolis), ya vinculados a la monarquía, se han podido documentar construcciones de tipo similar. El faraón ya representa al dios creador, y ha de mantener el ciclo vital que da origen a la vida. Nacimiento y renacimiento se funden. Lo que en un principio era solamente una tumba pasa a ser también morada del difunto, y ha de tener en su interior todo lo necesario para la subsistencia. Esta simbiosis aparece ya en la Dinastía I, aunque bajo tierra. La tumba se excava en el suelo. El concepto de un acercamiento a la cúpula celeste, elevación hacia el sol, surge en la Dinastía III, constituyendo toda una revolución, tanto ideológica como arquitectónica.
Y es que hay que tener en cuenta que el arte es la expresión de una cultura. El mundo del antiguo Egipto giraba en torno al dios-faraón, por lo cual resulta lógico que su expresión máxima artística sean las Pirámides en cuanto que eran la tumba del faraón.
El segundo faraón de la Dinastía III, Netchervjet (2667-2648 a.C.), encarga a un Sumo Sacerdote de Ra, Imhotep, que también es arquitecto, la edificación de su tumba. Siguiendo la tradición, Imhotep construye una mastaba. Pero, sin que se sepa bien la razón, la transforma en una pirámide escalonada -lo que suponía un avance en la arquitectura hasta entonces impensable-, y donde por primera vez aparece el concepto de "elevación". La pirámide es una escalera por la que el rey asciende al cielo. Es en este momento cuando confluyen las dos concepciones del más allá: la tradicional, o subterránea, y la que sube hacia lo celestial, al tiempo que representa la primigenia colina por la que sale el sol. Es, sin duda, el lugar idóneo para el renacer del faraón. La pirámide pasa a ser la representación de la comunión del faraón con la divinidad.
A partir de Snefru, primer faraón de la Dinastía IV, comienza la búsqueda para la construcción de pirámides geométricamente perfectas, se abandona la forma escalonada y se da paso a la pirámide de caras lisas, al tiempo que se inicia la edificación de los complejos funerarios que caracterizarán al Reino Antiguo, compuestos por una estructura piramidal básica, varias pirámides "secundarias" y dos templos unidos por una avenida.
Fue bajo el reinado de Jufu (Keops) cuando se alcanzó la plenitud de formas y proporciones de las pirámides. En la meseta de Guiza, un poco más al norte de Dashur, se construyó la pirámide más grande conocida, "El Horizonte de Jufu", que sentaría las bases para las que se levantarían posteriormente, tanto por las técnicas utilizadas como por la perfección de su forma, y que su hijo Jafra (Kefrén) reproduciría para sí aunque con un tamaño algo menor (es la segunda en tamaño).
El uso de la pirámide como lugar de enterramiento se siguió utilizando con posterioridad. Si bien, debido al uso de abobes y simples cascotes de piedra para la construcción del núcleo y al hecho de haber sido reutilizados varias veces, además de los saqueos sufridos, los restos que permanecen no son de la espectacularidad precedente.
Más tarde, con la Dinastía XVIII, se utiliza la montaña para la construcción de sepulcros subterráneos, los hipogeos. Fue el propio paisaje del Valle de los Reyes lo que propició la nueva ubicación de los enterramientos: la cima que corona el valle, llamada el-Qurn, tiene forma de pirámide. De nuevo la naturaleza, como en un principio hizo con los pequeños montículos de limo, sigue ofreciendo el simbolismo necesario para recrear el ciclo de la creación y la vida.
Las pirámides dejan de ser de uso exclusivo de los reyes a finales de la Dinastía XVIII. Vuelven a ser utilizadas pero no por la realeza. En algunas zonas de Egipto y de Nubia aparecen como tumbas de los artistas que construyeron y decoraron el Valle de los Reyes. Realizadas con adobe, huecas, se erigían sobre las capillas funerarias y eran coronadas con un revestimiento calizo sobre el que se grababan diversas escenas del difunto.
A partir del siglo VIII a.C., en Nubia, al sur de Egipto, se forma el poderoso reino de Napata, que durante cerca de cien años va a dominar Egipto, aunque la influencia de éste se deja notar en el uso de la pirámide, que provoca un espectacular renacimiento de la misma, pero tomando como modelo no las grandes estructuras del Reino Antiguo, reales, sino las particulares del Reino Nuevo, de reducido tamaño, con capilla adosada y con la cámara funeraria excavada bajo tierra. Durante unos mil años, aproximadamente hasta el siglo IV de nuestra era, se construyen gran cantidad de pirámides en Nubia y Meroe. En las necrópolis de Djebel Barkal, el-Kurru, Nuri o Meroe se llegan a edificar auténticos campos de pirámides, que llegan a duplicar a las reales egipcias.
CRONOLOGIA DE LAS PIRAMIDES:
- Primera pirámide documentada: Pirámide escalonada de Saqqara En su origen era una mastaba. Faraón: Netcheryet (Dyeser), Dinastía III (2667-2648 a.C.) Situación: Saqqara.
- Pirámide "Snefru perdura": primera pirámide de caras lisas. Sólo se conserva el núcleo escalonado. Faraón: Huni o Snefru, Dinastía III o IV (2637-2589 a.C.) Situación: Meidum
- Pirámide romboidal: "El brillo del sur": su doble inclinación se debería a cambios en su construcción por el peligro de hundimiento debido a una inclinación inicial excesiva. Faraón: Snefru, Dinastía IV (2613-2589 a.C.) Situación: Dahsur
- Pirámide roja: "La pirámide reluciente": Repite la inclinación final de la romboidal, ofreciendo un aspecto achaflanado. Faraón: Snefru, Dinastía IV (2613-2589 a.C.) Situación: Dahsur
- Pirámide "El horizonte de Jufu": La pirámide más grande de Egipto. Se alcanzan por primera vez las mejores proporciones arquitectónicas y geométricas. Faraón: Jufu (Keops), Dinastía V (2589-2566 a.C.) Situación: Guiza
- Pirámide "Grande es Jafra": Conserva en su cúspide el revestimiento de caliza blanca, perdido en casi todas las demás. Faraón: Jafra (Kefren), Dinastía IV (2558-2532 a.C.) Situación: Guiza
- Pirámide "Menkaura es divino": Construida con gran abundancia de granito, material más caro y difícil de trabajar. Faraón: Menkaura (Micerinos), Dinastía IV (2532-2530 a.C.) Situación: Guiza
- Pirámide del Ba de Neferirkara: El núcleo es de mala calidad, con trozos de piedra trabajados con mortero de barro. Aparecen complejos asociados a templos solares. Se encontraron en su interior archivos administrativos en papiro, conocidos como "Papiros de Abusir". Faraón: Neferirkara, Dinastía V (2475-2455 a.C.) Situación: Abusir
- Pirámide "Los lugares de Unis son perfectos": Se utilizan por primera vez inscripciones grabadas en las cámaras, los llamados "Textos de las Pirámides". Faraón: Unis, Dinastía V (2375-2345 a.C.) Situación: Saqqara
- Pirámide "Los lugares de Teti perduran": Mantiene el esquema de los complejos construidos en la Dinastía V. Faraón: Teti, Dinastía VI (2345-2323 a.C.) Situación: Saqqara
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